¿Qué ver en la Costa Blanca?
Es mucho lo que hay que ver en la Costa Blanca. Uno de los lugares de visita obligada es la ciudad de Alicante, una ciudad portuaria que, además de playas como la de El Portiguet o la de Babel, encierra numerosos reclamos turísticos. Entre ellos, destaca el castillo de Santa Bárbara, desde el que se pueden admirar unas vistas panorámicas de impresión, el Ayuntamiento de Alicante, que abre sus puertas en un edificio del siglo XVIII, o el Museo Arqueológico Provincial de Alicante (MARQ).
El otro gran centro de servicios de la Costa Blanca es Benidorm. Una vez allí, es recomendable visitar el área de El Castell, que es el casco antiguo de la ciudad. En la denominada Zona Centro, destacan los parques de la Aigüera y de Elx, así como el L’Hort de Colón, ubicado en una casa decimonónica. Para los aficionados a la arqueología, es aconsejable acercarse al poblado íbero del Tossal de la Cala. Asimismo, también se puede subir al mirador del Gran Hotel Bali, cuyos 186 m de altura lo convierten en el más elevado de España y el segundo de Europa. Desde allí, se divisa toda la bahía de Benidorm hasta el emblemático peñón de Ifach, en Calpe. Además, no hay duda de que la gran oferta turística de esta ciudad hace que aquí se encuentren algunos de los mejores hoteles de la Costa Blanca.
En la localidad de Torrevieja, a unos 50 km de la ciudad de Alicante, es otro de los principales focos turísticos de la zona, lo más destacado son sus playas, como las del Acequión o El Cura. Pese a que un terremoto devastó este municipio en 1829, Torrevieja conserva algún edificio histórico de interés, como la Torre del Moro, del siglo XVI y ubicada cerca de Cabo Cervera. Por supuesto, merece la pena acercarse a las evocadoras lagunas de Torrevieja-La Mata.
Durante tus vacaciones en la Costa Blanca, también es aconsejable conocer la villa vieja de Altea o Altea la Vella, una pedanía que fue independiente entre la Edad Media y el siglo XVI y que se enmarca entre el río Algar y la sierra de Bernia. Desde allí, se llegan a las espectaculares Fonts de l’Algar, en el término de Callosa d’En Sarrià, un conjunto de manantiales y cascadas aptas para el baño. Del mismo modo, conviene conocer Guadalest, un hermoso pueblo medieval a orillas de un pantano y presidido por un bonito castillo. Los alrededores ofrecen infinidad de rutas en plena naturaleza, idóneas para los amantes del senderismo y para disfrutar de unas vacaciones de turismo activo.
Otros pueblos y ciudades de interés en la Costa Blanca son Santa Pola, la antigua Portus Ilicitanus romana, donde aún pueden visitarse una casa romana —sita en el parque del Palmeral— y la Torre d’Escaletes, una torre de vigilancia costera. Por su parte, la antes mencionada Calpe cuenta en sus alrededores con el yacimiento romano de Baños de la Reina. Si te interesa este destino, gracias a Centraldevacaciones.com podrás pasar unas vacaciones en Calpe en hoteles con encanto que te van a sorprender.
Durante unas vacaciones en la Costa Blanca, tampoco pueden faltar localidades como El Campello, Guardamar del Segura, cuyas dunas son una pequeña joya; Moraira, Jávea, Villajoyosa o Alcoi (Alcoy). Esta última cuenta con algunas construcciones en estilo Art Nouveau notables. Lo mismo ocurre en Novelda, en la que abre sus puertas la Casa-Museo Modernista de Novelda, obra del arquitecto de Torre Pacheco (Murcia) Pedro Cerdán.
Yendo hacia el interior de Alicante, se encuentra Elche, famosa por su exuberante palmeral y por el Misterio de Elche, un drama sacro-lírico religioso que se representa cada 14 y 15 de agosto en la basílica de Santa María, y que desde 2008 forma parte de la lista del Patrimonio Cultural e Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO. Eso sí: la Dama de Elche, obra cumbre de la escultura íbera, sigue estando en el Museo Arqueológico Nacional, en Madrid.
También se aconseja descubrir enclaves históricos como Monforte del Cid y castillos como los de Sax, Petrer y Villena, en los que se puede sentir la historia de esta provincia en primera persona.
¿Buscas excursiones en Alicante de un día y en las que los paisajes marinos sean los protagonistas? En ese caso, nada mejor que una escapada a la fotogénica isla de Tabarca, la primera reserva marítima creada en España (data de 1986).