Gozo forma parte de Malta y es la segunda isla más grande del archipiélago. A menudo es conocida como la isla donde el tiempo se detuvo, ya que es uno de los pocos destinos del Mediterráneo, que permanece intacto y casi virgen, los hoteles y centros vacacionales están desarrollados para que mantengan el delicado equilibrio entre naturaleza y modernidad. No encontraremos resorts masificados destruyendo el paisaje a pie de playa, estos se encuentran a una distancia significativa para que las playas sigan gozando de un paisaje idílico, tampoco son moles de hormigón que se ven desde la distancia, en esta isla se ha intentado conservar la imagen de sostenibilidad, sin privar a los turistas de ninguna comodidad.
Aunque Gozo forma parte de Malta, es bastante diferente a ella, tanto en sus tradiciones y cultura, de hecho la gente es muy diferente. Es una isla muy pintoresca, que se puede admirar durante todo el año y disfrutando de deportes acuáticos, o nadar en las hermosas bahías son algunos de los atractivos que nos ofrece. Pero también podremos practicar el buceo que resulta excelente y de hecho, es uno de los destinos de buceo más reconocidos del mundo, para los amantes de esta disciplina.
Hablando de algo pintoresco, Gozo también está adornado con hermosos puertos, valles y acantilados naturales. Una belleza natural particularmente extraordinaria, gracias al desarrollo sostenido que se ha producido en ella.
Aunque algunas partes de Gozo se han modernizado para los turistas, uno puede comprobar el carácter de conservación que prima en esta isla, no sólo en las tradiciones, paisajes y el arte, sino también en los alimentos que tenemos a nuestra disposición. Una comida muy popular durante todo el año es el ‘Fenkata’ donde las familias maltesas van a los bares y restaurantes especializados para comer esta delicatessen realizada con conejo.